En el momento en el que debemos elegir un aislamiento térmico para nuestra casa, seguramente nos encontraremos con que en el mercado existen varios materiales disponibles, así como diferentes sistemas por los cuales podemos aplicarlos.
Con el fin de ayudarte en esta decisión, a continuación, compartimos contigo las principales diferencias entre el aislamiento insuflado y el aislamiento proyectado:
¿Qué tenemos?
Insuflado y proyectado: ¿De qué se trata?
El aislamiento por insuflado, en la actualidad, es una de las soluciones más prácticas con las que contamos. Se trata de una técnica que se denomina así debido al material aislante que se usa, el cual es insuflado desde el interior hacia el exterior de la fachada. Esto se lleva a cabo por parte de los técnicos, quienes abren algunos orificios de pequeño tamaño en la pared.
Es a través de estos orificios que se hace pasar una manguera, la que rellena el espacio de manera uniforme con el material aislante. Una vez que se termina con este proceso, se pasa a rellenar los agujeros hechos y, finalmente, se retira.
Por otra parte, en el aislamiento proyectado, lo que se realiza es una aplicación del material aislante en la superficie, y puede realizarse ya sea desde el interior o desde el exterior. En la mayoría de los casos, se hace uso de una maquinaria de proyección que cuenta con la capacidad de aplicar de forma homogénea el material elegida.
En lo que respecta a los aislamientos térmicos en estos casos, debemos mencionar que se pueden tratar de dos tipos. Ya sea de poliuretano rígido o de proyección en húmedo.
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre el aislamiento insuflado y el aislamiento proyectado?
Si bien los dos tipos de aislamiento se enfocan en el mismo objetivo, no debemos de pasar por alto cuáles son las diferencias entre el aislamiento térmico por insuflado y proyectado para elegir, así, la mejor opción para nosotros.
Naturaleza de las fachadas
Si hablamos del aislamiento insuflado, se necesita forzosamente de una cámara de aire; ya que también es necesario que se cuente con un espacio que se pueda rellenar de forma correcta. Debemos de tener en cuenta si nuestra vivienda cuenta con dicho espacio; pues, en el caso de una negativa, la mejor opción sin lugar a dudas se tratará del aislamiento proyectado, pues ésta técnica sólo necesitará de una superficie para su aplicación.
El tema del espacio
Si optamos por el aislamiento insuflado, estaremos haciendo uso de un lugar que ya existe, lo que nos permitirá aprovecharlo al máximo. Esto no será así en el caso del aislamiento insuflado, ya que al ser una capa en la zona exterior, terminará por ocupar un extra de espacio que siempre debemos de considerar; en especial si el trabajo se llevará a cabo dentro de casa.
Acabados finales
Mediante el método de insuflado, si es un buen trabajo, tanto tú como los visitantes apenas se percatarán del aislamiento. Lo único que en ocasiones se puede apreciar son los orificios sellados.
En el caso del aislamiento proyectado, será bastante obvio que vamos a encontrar una capa del material aislante en la zona superficial. Si bien esto no implica un problema por sí mismo, en el caso del aspecto visual, sí que podría terminar influyendo o modificando la idea final que teníamos de un espacio.
Problemas con la obra
El aislamiento por insuflado se lleva a cabo de manera bastante rápida y simple, además de que las molestias que implican para los propietarios son, en realidad, mínimos. Los residuos prácticamente no existirán y la técnica en su totalidad es bastante limpia.
En el aislamiento proyectado sí que debemos de tener más precauciones, en especial al proteger otras superficies que podrían dañarse en el proceso.
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